Cuatro caballos, cuatro torres y cuatro peones de colores han venido para cambiar las reglas del juego.
Fabricados en madera de haya, estas piezas de ajedrez están pintadas con colores vivos que llamarán la atención de los más pequeños: naranja, amarillo, rojo y verde.
Doce piezas con las que disfrutarán clasificándolas por colores y formas, creando mágicos escenarios de juegos y viviendo un sinfín de aventuras.
Una manera peculiar para despertar el interés por el clásico juego de ajedrez y empezar a identificar y reconocer sus piezas.
Son tan bonitas que también se pueden utilizar para darle un toque original a la casa de cualquier aficionado del ajedrez.
Valores: juego sin reglas que desarrolla la imaginación y la creatividad. A la vez que empezamos a introducir las figuras de ajedrez a los más pequeños.