Apilar piezas una encima de la otra, o ensartarlas a través de un orificio en un palo de madera, es una de las actividades más placenteras que los niños a partir de un año pueden llevar a cabo.
Este juguete apilable favorece la motricidad fina. Los más pequeños podrán también aprender a contar y a distinguir formas y colores.
Un detalle que consideramos importantes es que la última pieza del faro, la que sería el techo, tiene un orificio algo más pequeño que las demás piezas. Esto hace que al encajarla cueste un poco más, pero este pequeño detalle hace que las piezas se mantengan seguras y no se caigan si el juguete se voltea.
También llamó nuestra atención el diseño sencillo del faro, con los colores típicos de ambientes marineros. Además de un juguete, puede ser perfectamente también una figura de decoración.